Cuando eras a penas un niño llegue a pensar que por sol hecho de una persona no tener para comprarse finas y elegantes ropas, lo convertía en delincuente, que aquellos desheredado de la afortuna, pobres e indigentes eran malhechores por el aspecto solamente.
Con el paso del tiempo llegue a comprender que los mayores delincuentes y los que mas daño le han hecho al país, son precisamente aquellos de fino vestir, residentes en lujosas mansiones, esos, los dueños de cuantiosas riquezas.
Algo común en Republica Dominicana, es que los ricos también roban, pero no solo eso, sino que tienen desde tiempos inmemorables llevándoselo todo, hasta la esperanza de un pueblo que ha demostrado una extraordinaria capacidad de aguante para con los cleptómanos.
Los que nos indica que sin importar que tan cara sea la ropa que se vista, no dejan de ser delincuentes, claro que a estos no se le llama por su nombre, no, siempre se buscará un sinónimo para nombrar acciones, hechos y actuaciones, de la que han valido para acumulas muchos vienes materiales.
Cada año vemos como cientos de jóvenes son asesinados en las calles de nuestro país por agentes policiales, muchos de ellos pagos por malhechores de un sistema que no se le puede poner las manos, porque brota el pus, por donde quiera que se toque.
Lo que llama profundamente a la atención es que entre los muertos no se cuenten políticos tradicionales, narcotraficantes, banqueros, lavadores entre otros de muy fino vestir, que han hecho fortunas, poro no pueden ni son capaces de mostrar su acta de nacimiento.
En medio del descrédito de la Marina de Guerra, el Ejercito Nacional, Fuerza Área Dominicana, Autoridad Metropolita de Transporte, la Policía Nacional, funcionarios del gobierno central y los municipios, nos preguntamos, ¿Quiénes son los delincuentes?
Se recuerda que todas y cada una de las instituciones castrenses recientemente se han visto en medio de los estremecedores escándalos de drogas y atracos, ni un solo muerto en intercambios de disparos ¿Qué les parece?
Hay que aclarar que todos esos problemas, también tocan importantes sectores de la justicia dominicana, donde se incluyen fiscales y jueces, mientras se observa desde palacio un silencio cómplice, y no queremos hablar de indultos.
Con el paso del tiempo llegue a comprender que los mayores delincuentes y los que mas daño le han hecho al país, son precisamente aquellos de fino vestir, residentes en lujosas mansiones, esos, los dueños de cuantiosas riquezas.
Algo común en Republica Dominicana, es que los ricos también roban, pero no solo eso, sino que tienen desde tiempos inmemorables llevándoselo todo, hasta la esperanza de un pueblo que ha demostrado una extraordinaria capacidad de aguante para con los cleptómanos.
Los que nos indica que sin importar que tan cara sea la ropa que se vista, no dejan de ser delincuentes, claro que a estos no se le llama por su nombre, no, siempre se buscará un sinónimo para nombrar acciones, hechos y actuaciones, de la que han valido para acumulas muchos vienes materiales.
Cada año vemos como cientos de jóvenes son asesinados en las calles de nuestro país por agentes policiales, muchos de ellos pagos por malhechores de un sistema que no se le puede poner las manos, porque brota el pus, por donde quiera que se toque.
Lo que llama profundamente a la atención es que entre los muertos no se cuenten políticos tradicionales, narcotraficantes, banqueros, lavadores entre otros de muy fino vestir, que han hecho fortunas, poro no pueden ni son capaces de mostrar su acta de nacimiento.
En medio del descrédito de la Marina de Guerra, el Ejercito Nacional, Fuerza Área Dominicana, Autoridad Metropolita de Transporte, la Policía Nacional, funcionarios del gobierno central y los municipios, nos preguntamos, ¿Quiénes son los delincuentes?
Se recuerda que todas y cada una de las instituciones castrenses recientemente se han visto en medio de los estremecedores escándalos de drogas y atracos, ni un solo muerto en intercambios de disparos ¿Qué les parece?
Hay que aclarar que todos esos problemas, también tocan importantes sectores de la justicia dominicana, donde se incluyen fiscales y jueces, mientras se observa desde palacio un silencio cómplice, y no queremos hablar de indultos.
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