El 2010 se ha convertido en un año trágico marcado por devastadores y mortales terremotos. Y es que en enero un fuerte temblor de magnitud 7 dejó más de 150,000 muertos en Haití, el peor desastre de su historia, y en Chile, a fines de febrero, un terremoto de magnitud 8.8 cobró la vida de 214.Ahora en abril la naturaleza se vuelve a ensañar con China, en donde un violento movimiento telúrico registrado el miércoles ha dejado hasta el momento más de 580 muertos y 10,000 heridos, destruyó centenares de casas y cortó las comunicaciones en la remota provincia de Qinghai (noroeste), vecina de la región del Tíbet.
Tras el violento sismo de 6.9 grados en la escala Richter han quedado atrapados entre los escombros miles de personas, entre ellas estudiantes, y los bomberos, el Ejército y la población luchan contra el reloj para rescatarlas, pese a las adversas condiciones climáticas. Ayer 900 personas fueron recuperadas con vida.
Los hospitales estaban desbordados y algunos carecían de productos sanitarios básicos, como suministro de suero.
"Veo a gente herida por todos lados, muchos sangran por la cabeza", dijo un funcionario desde el municipio de Jiegu, la ciudad más afectada, en donde el 90% de las casas -que son de abobe y madera- han quedado destruidas.
"Casi todas las casas de adobe y madera se hundieron. Había tanto polvo en el aire que no se podía ver nada. El pánico era total. La gente lloraba en las calles", relató Ren Yu, director del Hotel Yushu en Jiegu, principal población del condado.
El gobierno ha enviado al viceprimer ministro Hui Liangyu para supervisar los trabajos de rescate en la que intervienen más de 5,000 soldados, miembros del servicio sanitario y otros integrantes de equipos de salvamento que fueron movilizados para unirse a los 700 soldados que están en el lugar.
Además asignó una partida de emergencia de 29.3 millones de dólares que permitirá financiar, entre otras cosas, la evacuación de los habitantes y su alojamiento, los cuidados médicos y prevención de enfermedades.
La provincia afectada por el fuerte temblor, situada al noroeste del país, es vecina de la de Sichuan, que el 12 de mayo de 2008 sufrió un devastador terremoto que causó unas de 90,000 víctimas entre muertos y desaparecidos.
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