La tormenta tropical Tomás recobró fuerza de huracán este viernes al golpear el oeste de Haití, provocando lluvias en toda la isla de Santo Domingo, y amenazando a los campos abarrotados de supervivientes del terremoto del pasado 12 enero.
El presidente de Haití, René Préval, habló a través radio el jueves para pedir a los ciudadanos que tomasen precauciones y siguiesen las recomendaciones de evacuación ante las ráfagas de viento, fuertes olas y lluvias torrenciales. "Protejan sus vidas", dijo el mandatario.
El presidente de Haití, René Préval, habló a través radio el jueves para pedir a los ciudadanos que tomasen precauciones y siguiesen las recomendaciones de evacuación ante las ráfagas de viento, fuertes olas y lluvias torrenciales. "Protejan sus vidas", dijo el mandatario.
En un boletín antes del amanecer de este viernes, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que Tomás debería intensificarse en las próximas 24 horas e ir perdiendo fuerza en las 96 siguientes.
Tomás, ha ganado fuerza de huracán, informó. “La amenaza más significativa de este ciclón tropical son las fuertes lluvias que pueden producir rápidas inundaciones y corrimientos de tierra en zonas de Haití y la República Dominicana durante los siguientes dos días”, añadió.
El Centro explicó que Tomás tenía vientos sostenidos de 130 kilómetros por hora al pasar a 280 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, la capital haitiana. Se mueve al noreste a 15 kilómetros por hora.
Un terremoto el 12 de enero mató a 250.000 personas en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental. Alrededor de 1,3 millones de personas siguen viviendo en campamentos en amplios espacios de la destartalada capital.
Con la amenaza de la tormenta y la epidemia de cólera, Haití se enfrenta a numerosos problemas a menos de un mes de las elecciones presidenciales y legislativas, el 28 de noviembre.
En tiendas
Las personas de los campamentos se pertrecharon para una noche de continuas lluvias. Todos los campamentos tienen comités encargados de mantener la calma y algunos líderes de los comités dijeron que estaban intentando paliar las condiciones de los más vulnerables.
"Estamos agrupando a las personas mayores y a las familias jóvenes en el refugio de la Cruz Roja", dijo Yves-Marie Sopin en un campamento de 5 mil personas en los jardines de la residencia del primer ministro.
Los callejones entre las tiendas del campamento Acra 2, en una colina, se volvieron intransitables por el fango según Wilson Almoza, un líder de la instalación.
Algunos de los residentes de los campos buscaban refugio con amigos o familiares en estructuras más seguras, pero la mayoría se resguardó bajo su tienda y sus lonas ante las lluvias.
"No hemos tomado precauciones. Estamos en las manos de Dios", dijo Ave Lise Mesila, en su tienda. Junto con otras dos mujeres y cinco niños, Mesila se sentó en su pequeña tienda al igual que otros en el campamento de Acra 2, en el barrio de Juvenat.
Naciones Unidas aseguró que la tormenta empeorará la epidemia de cólera que ha matado a 442 personas y ha afectado a 6.700, según cifras gubernamentales.
El mayor miedo es para las personas de las montañas, con el peligro de deslizamiento de tierras e inundaciones, dijo el portavoz de la Organización Internacional para la Migración, Leonard Doyle.
Tomás mató a cinco personas a su paso por Santa Lucía, y dejo varios desaparecidos. También amenaza a las islas Turcos y Caicos, parte de las Bahamas y Cuba. En la base estadounidense de Guantánamo (CUBA), se avisó a los 174 presos de la llegada de la tormenta, asegurando el suministro de agua y comidas envasadas.
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