El despacho de combustible fue paralizado a las 6:00 de la mañana y reanudado a las 12:00 del mediodía, sin que se informara de incidentes en las estaciones.
Las estaciones de expendio propiedad de las compañías intermediarias encargadas de la distribución de los combustibles, operaron normalmente sin hacer caso al llamado de Anadegas.
En esas estaciones la afluencia de clientes fue notoria, sobre todo de vehículos de carga, motoci cletas y automóviles privados.
La suspensión fue realizada en demanda de que las autoridades del Gobierno revisen los márgenes de beneficios de los detallistas de gasolina.
El comité ejecutivo de Anadegas reiteró su reclamo para que la secretaría de Industria y Comercio aumente los márgenes de beneficios de los vendedores de gasoil gasolina y otros carburante.
Anadegas sostiene que sus costos operacionales han aumentado en forma considerable, debido a los altos costos de los combustibles, los aumentos de sueldos de sus empleados, el pago de la seguridad social y la inflación acumulada de un 11 por ciento, en los últimos dos años.
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