Puerto Plata.- Moradores de tres comunidades de Puerto Plata se sienten atemorizados por los hundimientos que presentan los terrenos que habitan sus viviendas tras el terremoto que afectó a Haití el pasado 12 de enero.Indicaron que a pesar de que alertaron a las autoridades sobre la situación, desde el mismo momento en que ocurrió el hecho, no fue hasta el domingo cuando una comisión policial se trasladó a los parajes Mary Vásquez, Cantabria y La Tachuela del municipio de San Felipe de Puerto Plata y comprobó la situación.
Las autoridades pudieron constatar los derrumbes y grietas que presentan las localidades, incluyendo tres viviendas, una de las cuales se vio afectada considerablemente en la parte delantera.
Las viviendas que resultaron afectadas, las cuales son propiedad de Mario Reinoso Vargas, los esposos Ramón Martínez y María Valerio y la pareja integrada por Luís Bonilla (Manga) y Leonora Martínez, presentan derrumbes en su estructura y agrietamientos en el piso, situación que los mantiene atemorizados porque creen que se podrían caer en cualquier momento.
Los hundimientos miden entre 1.60 y 1.80 metros de profundidad y cerca de 50 pies de extensión, por lo que los moradores tienen el temor de que cuando caigan fuertes aguaceros se complique más la situación y pueda causar muertes por derrumbes.
Pidieron a las autoridades realizar los estudios correspondientes del terreno para que se tomen las medidas de lugar.
El informe de la patrulla policial enviada al lugar por la Dirección Regional Norte de la Policía con sede en Puerto Plata comprueba que, ciertamente, hay hundimiento del terreno, principalmente en la comunidad La Tachuela, donde el terreno descendió metro y medio del nivel en que se encontraba antes de que se registrará el terremoto ocurrido en Haití.
Da cuenta de que los hundimientos miden 1.80 y 1.70 y 1.60 metros de profundidad.
Merecida Bonilla, nacida Mary Vásquez y con 80 años de edad, dijo que su parcela también resultó agrietada como muchos otros terrenos de las comunidad.
Informó que funcionarios de Medio Ambiente y Recursos Naturales han ido al lugar, pero se han limitado a observar las grietas y los hundimientos, pero que no han tomado las medidas de lugar.
Sin embargo, tanto la señora Bonilla como los demás afectados y otros ciudadanos de las comunidades afectadas dijeron que les gustaría obtener informaciones que les permitan saber si pueden continuar residiendo en sus comunidades sin ningún riesgo para su integridad física.
Las comunidades afectadas están localizadas en la parte nordeste de la reserva científica de la montaña Isabel de Torres, a unos ocho kilómetros de la ciudad de Puerto Plata.
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