La disposición de Secretario de Interior y Policías de levantar las restricciones existentes para la venta de bebidas alcohólicas le coloca un elemento mas al desenfreno que se hace presente en esta época del año.
Se presume que este un espacio de tiempo que se debe dedicar a reflexión, oración y paz, no al libertinaje que desde un tiempo a esta parte ha caracterizado la conmemoración de la vida, obra y muerte de Jesús Cristo.
Aunque miles de dominicanos aprovechen el asueto de la semana mayor para visitar amigos y familiares, ir alas playas y campos, una gran parte de ellos prefiere hacerlo libre de alcohol y borrachos.
El ingenio de los dominicanos se pone de manifiesto en cada momento, en cada ocasión es un pueblo rico que creatividad, por eso decidieron inflarles las piscinas a sus hijos, y así disfrutar de un fresco chapuzón en casa, en franca alusión que esta ves interior y policía tomo una decisión equivocada, al darle a los dominicanos una semana santa de paya y licor.
Desacertada la decisión de Franklin Almeida, ya que al regreso es que se presentan la mayor parte de los problemas, luego varios días de “vacaciones” muchos volverán borrachos, posiblemente fuera de control, poniendo en riesgo su vida, le de los que acompañen y de todos aquellos que transiten por las autopistas y carreteras, este domingo resurrección y el lunes.
Todo parece indicar que para las autoridades Interior y Policía, lo mas importante no es controlas la bebidas alcohólicas en un momento tan determinante como este, si no, que dos o tres “amigos” se ganen unos pesos.
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