Este artículo nada tiene que ver con las constantes denuncias de corrupción que se han hecho públicas por diferentes medios y que comprometen al presente gobierno. Desde hace mucho tiempo hemos estado acostumbrados a las mismas sin que suceda nada en ese aspecto y ni se aporte nada al proceso que debe seguirse para, por lo menos, disminuir los actos de corrupción en la administracion pública.
Nuestro señor presidente no debería sentirse preocupado ni mucho menos justificándose ante la nación ya que fueron ellos los que nos enseñaron, a traves de los álbumes de la corrupción, durante el gobierno del Dr. Balaguer que la administración pública estaba y está plagada de gente que no tiene el menor de los miramientos para alzarce con el “santo y la limosna”. Fueron ellos los que nos dijeron que todos los funcionarios del gobierno del Ing. Hipólito Mejía estaban comprometidos con actos de corrupción y al final no sucedió nada, salvo un caso que llevó a Najayo a unos cuantos funcionarios para luego indultar a uno que otro imputado.
Este artículo tiene que ver con otro tipo de robo el cual es mucho mas perjudicial para un país.
Los miembros del Partido de la Liberación Dominicana saben muy bien lo que es mendigar en las calles, vendiendo periódicos o haciendo recolectas para tratar de lograr los fondos necesarios que pudieran hacer su organización competitiva dentro del sistema político nacional.
El “Nuevo Camino” , dejando de lado las prédicas del extinto Líder Profesor Juan Bosh, abogaba por un cambio de modelo en la forma de conducción del estado. Un modelo en que las grandes mayorías “curarían su herida” con el advenimiento de la nueva organización que siempre propugnó por ser la parte mas seria de la sociedad política, sin embargo han sido muchas las que han dejado abiertas a lo interno y que posiblemente la cura no esta disponible en estos momentos y a lo externo las hay tan abiertas que se necesitaran muchos cirujanos para poderlas cerrar y reconstruirlas.
Cuando a todo un pueblo se le roba la fe se le hace mucho mas daño que robar el dinero del erario. Recuperar la fe perdida puede durar mucho mas tiempo que el recuperar el dinero. La fe en el sistema de partidos, la fe en las instituciones, la fe en los políticos, esos mismo que claman por los votos cada dos o cuatro años. Ya estamos empate, los otros lo hicieron, porqué nosotros no lo podemos hacer tambien?
Nos han robado la esperanza, esa que todo jóven alberga al momento de entrar en una aula universitaria a cursar cualquier carrera pensando en que el futuro le será promisorio, para luego enterarse de que cualquier familiar de un funcionario no necesita perder esos años porque puede tener su futuro asegurado. Esperanza que tenemos de ver la mayoría de nuestra problemática social resuelta, pero nos la han robado con tantas promesas de solución y sin el debido cumplimiento. Nos han robado la esperanza en la justicia, secuestrada por caprichos humanos y donde se pone de manifiesto que existen culpables o inocentes favoritos.
Nos han robado la alegria, independientemente de lo que se pueda creer del reciente informe publicado por una firma internacional de que somos el segundo pueblo mas alegre. Todo aquel que se repete sabe muy bien que esto no es verdad. Ni siquiera en otras épocas dificiles se había visto el nivel de inseguridad que se vive en las calles a pesar de todos los programas que se han puesto en ejecución.
Claro que estos robos no estan tipificados en ningún código a pesar de ser tan dañinos. Solo la historia se encargará de juzgarlos y dictar su veredicto futuro, amen de que el pueblo tambien habla por la sentencia del voto.
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