miércoles, 19 de agosto de 2009

Una puñalada trapera…

Por Félix Vásquez

De entrada quiero pedirles excusas a los asiduos lectores de esta página, ya que nunca he escrito en primera persona, ni siquiera coloco mi nombre en los trabajos que publico en este blog, hoy lo haré por que hay que fijar posición.

El general o contra almirante, José Roberto Muñoz, es mi amigo, de lo que me siento orgulloso, por la calidad humana e intelectual que les adornan, por lo que me siento mas que orgulloso, el me distingue con su amistad y quienes le conocemos siempre le estaremos apoyando y no, nos marcharemos de su lado, todo lo contrario, lejos de debilitar nuestra amistad se fortalece, porque lo conocemos y sabemos de su trayectoria.

La información dada a conocer por la embajada de los Estados Unidos de Norte América, en la que da a conocer la suspensión del visado a uno de los militares mas correcto que he conocido, no es otra cosa que parte de una componenda maldita, con el único interés de malograrle la carrera militar a un joven bien formado y correcto.

El contra almirante, José Roberto Muñoz, ha dado pruebas más que suficientes de su honestidad e integridad, en esta parte solo un ejemplo, ya que todos recordaremos cuando este oficial tuvo la entereza de entregarle al fenecido, ex director de aduanas, Miguel Cocco, 269 mil dólares.

Pienso que con Muños se pretende cometer otra de las tantas tropelías a que nos tienen acostumbrados una vieja claque corrupta militar, que no aceptan ni aceptaran jamás que una persona ascienda por meritos propios apoyado en el los estudios y la capacidad.

Tengo que decir que el general Muñoz, es un joven oficial que hace apenas unos dos o tres meses mientras comandaba en la Base Naval de las Calderas en Bani, hizo un informe elevando y defendiendo la calidad moral y el nivel de seriedad nuestra Marina de Guerra, cuando oficiales Norte Americanos acusaron a los dominicanos de haber robado combustibles de unos vehículos que habían llegado por ese puerto para unos ejercicios conjunto, aunque esto se manejo al mas alto nivel, dejo un sabor amargo, en nuestros visitantes acostumbrados a imponer sus criterios.

No es posible, que en momentos que el narcotráfico a penetrado todas las estructuras de poder en nuestro país, se quiera montar una cacería de brujas solo por envidias particulares de una serie de dinosaurios que no aceptan ser superados por jóvenes preparados dentro de las filas de la institución armada, tengo que recordarles que hace apenas unos días, en Bonao el presidente de la República converso con la madre de otro joven oficial de la Marina Guerra, el preso fue su chofer, con la “sana” intención de que el mensaje llegara.

Tengo mis razones para pensar que el caso de Muñoz salio y se motorizo desde el seno de MG, lo lamentable es que solo ha salido a luz pública una parte de la información y no un todo, porque no conviene.

Se le ha acertado a este joven oficial una puñalada trapera, aunque no mortal pero si de consideración, porque se ha atacado su principal aval y su mejor carta de presentación, siendo su honestidad, integridad, solidaridad, preparación, honorabilidad, seriedad, entrega al trabajo entre otros valores sociales, profesionales y humanos sus principales activos.

Reitero las excusas a todos nuestros lectores, pero no podía callar ante semejante infamia con un hombre correcto entregado a servirle al país y a su institución.

…siga comandante Muñoz, que los perros ladran, como dijo Miguel de Cervantes, señal de que usted avanza…

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