Miguel A. Rivera Díaz (alias Bolo), quien encabeza la lista de los más buscado de Puerto Rico, incluso su nombre estaba por encima de José David Figueroa Agosto cuando éste último aún andaba prófugo y en su contra se había desatado una persecución.
La semana pasada grupos de distribuidores de drogas rivales a Rivera Díaz le ejecutaron a un hermano y éste juró vengarse, lo que hizo temer a las agencias antinarcóticos que en cualquier momento en las calles de Ponce y San Juan se desate una verdadera guerra entre bandas.
Búsqueda intensa
Las agencias investigativas de Estados Unidos han comprobado que uno de los más violentos narcotraficantes de Puerto Rico, y quien en este momento ha declarado una especie de “guerra abierta” en las calles de Ponce, usa la República Dominicana como uno de sus centros de operaciones y de residencia prolongada para eludir la persecución.
Ante esa situación el vocero del Servicio de Alguaciles Federales (la misma agencia que encabezaba la búsqueda de Figueroa Agosto), Rafael Escobar, anunció que redoblarían los esfuerzos por capturarlo y que esa agencia sabe que Rivera Díaz “ha estado durante temporadas largas en Santo Domingo”.
Hombre peligroso
Las autoridades boricuas lo han catalogado como un hombre sumamente peligroso que utiliza armas de fuego en todo momento y, según la información que tienen confirmada, siempre está acompañado por otras personas fuertemente armadas.
Hasta el momento se le imputa haber distribuido en las calles de Puerto Rico al menos 2,500 kilos de cocaína y haber generado unos 40 millones de dólares por la venta de drogas.
“Siempre se ha pensado que está en el sur (de Puerto Rico). Sabemos también que ha estado durante temporadas largas en Santo Domingo y que ha viajado a peleas de boxeo en Nueva York y en Las Vegas”, detalló Escobar.
Contra Rivera Díaz, además de la acusación de narcotráfico, pesan en su contra varias acusaciones por asesinato, incluyendo uno en el año 1998.
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