Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el vicepresidente, Joseph Biden, trataron hoy de atraer la atención a su campaña para pedir al Congreso más inversión en infraestructura, al almorzar hamburguesas con trabajadores de un proyecto de renovación urbana en la capital estadounidense.
Hacia el mediodía, Obama y Biden visitaron el restaurante "Shake Shack" situado en el barrio de Dupont Circle, en Washington, y pidieron una hamburguesa con patatas, en el caso del presidente; y otra con queso, patatas y un batido de vainilla y chocolate, en el del vicepresidente.
Los esperaban cuatro trabajadores -Antonio Byrd, Abdullahi Mohamed, Aidin Sarabi y Meredith Upchurch- que han participado en el recién concluido proyecto de reconstrucción de una calle de NoMa, uno de los barrios de más rápido crecimiento en la capital, y para el que el Gobierno federal ha invertido 6,9 millones de dólares.
"Si el Congreso no actúa antes del final del verano, cientos de proyectos como éste podrían detenerse", advirtió Obama. "Es una decisión muy fácil para el Congreso: debe hacer lo que se supone que tiene que hacer".
Tanto Obama como Biden pronunciaron esta semana discursos para pedir la acción del Congreso en esa área, dado que está previsto que el Gobierno federal se quede sin recursos en otoño para dar mantenimiento a las infraestructuras existentes.
A finales de febrero, Obama anunció su plan de infraestructuras, que contempla una inversión de más de 300.000 millones de dólares en infraestructuras durante los próximos cuatro años, y reclamó al Congreso su aprobación.
Biden subrayó hoy desde el restaurante que "durante 40 años", la inversión en infraestructuras ha contado con el apoyo de congresistas de ambos partidos, y pidió al Congreso actual que continúe con esa tendencia.
Según la Casa Blanca, el 65 % de las principales carreteras del país se encuentra en un estado por debajo del considerado correcto y el 25 % de los puentes necesita una reparación significativa.
Obama precisó que eligió el restaurante "Shake Shack", una franquicia con establecimientos en Nueva York, Washington, Florida, Nueva Jersey y Pensilvania, porque "paga a sus trabajadores más de 10 dólares la hora", dado que también está tratando de que el Congreso eleve el salario mínimo a 10,10 dólares la hora.
Por La Redacción
Fuente: EFE
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