Washington. — La segregación reaparece en las escuelas estadounidenses. El progreso hacia la integración en las aulas ha retrocedido en gran medida desde que la Corte Suprema sentó precedente hace 60 años, según un informe difundido el jueves por el Proyecto sobre Derechos Civiles de la Universidad de California en Los Angeles.
Los negros padecen ahora más segregación escolar que en décadas, y más de la mitad de los estudiantes hispanos asisten a escuelas donde son mayoría.
En Nueva York, California y Texas, más de la mitad de los estudiantes hispanos están matriculados en escuelas con un 90% de minorías en el alumnado, dice el informe. En Nueva York, Illinois, Maryland y Michigan, más de la mitad de los estudiantes negros asisten a escuelas con 90% o más de minorías.
El codirector del proyecto, Gary Orfield, autor del informe "Brown a los 60 años", que se refiere al fallo de la Corte Suprema promoviendo la integración, dijo que los cambios son inquietantes porque indican que algunos estudiantes de minorías reciben educación más pobre que la de los estudiantes blancos y asiáticos, que tienden a asistir a escuelas de clase media. El informe exhorta, entre otras cosas, a investigar más profundamente la segregación en la vivienda, que considera "una causa fundamental de la escolaridad separada e inequitativa".
Aunque la segregación es más prevaleciente en las ciudades centrales de las mayores áreas metropolitanas, también se registra en los suburbios, según el informe.
La discriminación en la vivienda también incide en la segregación escolar y "eso ha sido un hueso duro de roer", notó Sherrilyn Ifill, presidenta del Fondo Legal de Defensa de la organización promotora de los derechos cívicos NAACP, que argumentó en el caso frente a la Corte Suprema.
El desempeño escolar también puede estar vinculado con la pobreza.
"Estas son las escuelas que suelen tener menores recursos, maestros con menos experiencia, gente que enseña fuera del ámbito de su especialidad, y también niega las oportunidades y los contactos que se producen cuando uno alterna con gente de distintos estratos sociolingüísticos", observó Dennis Parker, director del Programa de Justicia Racial de la Unión Americana de Libertades Civiles.
Para estudiantes como Diamond McCullough, de 17 años, de Chicago, las disparidades son reales. Su escuela está integrada casi totalmente por estudiantes afroamericanos. La joven dijo que su escuela no ofrece clases de educación física ni arte. Señaló que la escuela tiene el nombre de un músico famoso, Walter H. Dyett, y que ya no tiene clases de banda musical o de coro.
Aquila Griffin, de 18, dijo que fue transferida de Dyett a otra escuela a 20 cuadras de distancia porque necesitaba estudios de biología e internacionales para graduarse. Las dos viajaron esta semana a Washington para participar en una manifestación patrocinada por sindicatos laborales frente a la Corte Suprema en apoyo a la educación pública.
"Muchos culpan a las escuelas o a los maestros, pero nunca culpan a las malas políticas escolares", opinó Griffin. "Una maestra solo puede enseñar hasta cierto punto con los recursos disponibles. Son las políticas en vigencia las que frustran a los estudiantes".
El 17 de mayo de 1954 la Corte Suprema emitió el siguiente dictamen: "En el terreno de la educación pública, la doctrina 'separados pero iguales' no tiene cabida. Instalaciones educativas separadas son de hecho desiguales". Como consecuencia del fallo, cantidades de ciudades y pueblos adoptaron políticas de desegregación que a menudo incluían la obligación de ofrecer transporte en autobuses y que en algunos casos generaron un éxodo de estudiantes blancos a escuelas privadas o de comunidades menos diversas.
John Rury, profesor de educación en la Universidad de Kansas, dijo que el estudio de UCLA reveló la cantidad de logros que han sido olvidados, cuando no revertidos.
Si bien la discriminación racial ha sido uno de los factores, hay otros elementos en juego, según Rury. Padres educados y con ingresos de cierto nivel han buscado distritos y escuelas con las mejores reputaciones por décadas, indicó Rury, quien ha estudiado ese fenómeno sobre todo en la región de Kansas City.
En el sur, muchos distritos escolares abarcan la ciudad y sus alrededores, señaló. Eso facilita la integración escolar.
En todo el país, no obstante, apenas el 23% de los estudiantes negros asistían a escuelas donde los blancos eran mayoría en el 2011. Es el porcentaje más bajo desde 1968.
Hay quienes dicen que fallos de los tribunales federales han permitido que muchas escuelas abarcadas por esa ley se hayan visto eximidas de cumplirla a partir de los años 90. Y eso, sostienen, está haciendo que se vuelva a un sistema de escuelas segregadas.
Al mismo tiempo, ha habido cambios demográficos en las escuelas públicas. Entre 1968 y el 2011, la cantidad de hispanos en esas escuelas aumentó un 495%, mientras que la de negros subió un 19% y la de blancos bajó un 28%, según el Departamento de Educación.
Muchos hispanos asisten hoy a escuelas segregadas, sobre todo en el oeste del país.
Chuck Brothers, maestro jubilado de estudios sociales y psicología que enseñó en una escuela de un barrio de bajos recursos del condado Saint Lucie de la Florida, dijo que nadie sabe cómo afrontar estos asuntos.
"Creo que no nos hemos tomado el tiempo, en ningún área, política y social, para entender realmente lo que queremos de la educación y cómo vamos a hacer para ponerla al alcance de todos", manifestó.
Por La Redacción
Fuente: AP
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