Santo Domingo.- Tras dos prolongadas hospitalizaciones, que le llevaron a mantenerse ingresado tres y cuatro meses respectivamente, el dirigente choferil Ramón Pérez Figuereo ha ido recuperando sus facultades, y se encuentra desde hace dos meses en su casa.
Durante la crisis de salud perdió sobre las 70 libras, las cuales ha ido obteniendo, ha recuperado el habla y la movilidad.
Aunque se mantiene interesado en conocer todo lo referente al mundo del transporte, en especial el precio de los combustibles, sus hermanos han decidido darle resúmenes verbales de las noticias, evitándole tener un contacto directo con los noticiarios y los periódicos para evitarle emociones fuertes que puedan dar al traste con el proceso de recuperación que lleva.
Los detalles de su recuperación fueron ofrecidos por su hermano William Pérez Figuereo, quien junto a otros hermanos desarrollan las diferentes actividades gremiales y empresariales de Pérez Figuereo hasta que logre retomar nuevamente su ritmo de trabajo.
Recuerda que los quebrantos de salud de su pariente empezaron el 17 de diciembre pasado cuando sufrió un desmayo en su residencia y fue llevado al Centro Médico Moderno, desde donde al día siguiente fue trasladado a la clínica Corazones Unidos. Allí permaneció hospitalizado por tres meses consecutivos, dos de los cuales permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos, como consecuencia de una trombosis cerebral que sufrió.
Volvió a su casa, pero días después fue reingresado porque presentaba obstrucción estomacal que ameritó ser intervenido quirúrgicamente. En ese momento se infectó de una bacteria que le provocó una septicemia (infección) que le afectó todos sus órganos, entre ellos hígado, páncreas y riñones, al punto de caer en estado agónico.
En ese momento, recuerda William, los médicos le dieron la opción desconectarlo de los aparatos que le mantenían respirando, pero la familia decidió luchar. Pidieron los servicios de una nefróloga que le dijo que si aguantaba la primera diálisis, se podría ver la posibilidad de salvarlo. Lo cual se hizo, fue respondiendo bien y luego de cuatro meses más ingresado fue dado de alta a finales de junio pasado.
Está en la casa, hace ejercicios y se mantiene bajo observación médica. Sus riñones funcionan espontáneamente por lo que ya no requiere de diálisis. Su familia prefiere esperar un poco antes de que él empiece a presentarse públicamente. En el proceso de salud que presentó Pérez Figuereo la familia ha gastado 13 millones de pesos.
Por La Redacción
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